La ciudad es ante todo espacio público, mezcla de poblaciones y
actividades, sentimiento de posesión compartida de la ciudad en sus
calles y plazas. La ciudad solamente con edificios, sean para vivir o para
trabajar y con medios de transportes e infraestructuras, no es ciudad, es
en el mejor de los casos una zona urbanizada. Un cuerpo sin alma, le falta
la ciudadanía, es decir la dimensión pública, la expresión de la vida
colectiva. Los ciudadanos se expresan en el
espacio público, son “conciudadanos”,
se es ciudadano en su relación los otros, iguales en derechos y deberes. La
ciudad late a partir de su corazón, el centro, o sus centros en las
grandes urbes. Es allí donde se concentran los flujos de las personas y
de las ideas, las memorias colectivas y les puntos que transmiten sentido
a la vivencia urbana. El centro irradia sobre la ciudad, de él emergen
los ejes estructurantes que ordenan la ciudad. Los ciudadanos se
posesionan de la ciudad ocupando su centro, o sus centros. Entonces
cuando todos, o una gran masa que los representa, se hace presente en las
plazas y calles del centro principal de la ciudad, cuando manifiestan ser
un poder social que planta cara al poder político-institucional y al
poder económico, entonces devienen plenamente ciudadanos. Y la
ciudad es ciudad de ciudadanos, no una simple escenografía.
volver
al sumario
|